TURQUÍA.- Un refugiado musulmán, gravemente enfermo y al borde de la muerte, fue sanado milagrosamente, después que decidió aceptar a Cristo como Señor y Salvador. Ahora, él y su familia son fieles seguidores de Jesús.
Este hombre de 70 años de edad, huyó de Siria y se estableció en un campo de refugiados en Turquía. Siempre creyó que el Corán era la última Palabra de Dios y fue un fiel defensor del Islam.
En una ocasión, un misionero del ministerio Christian Aid, llegó al campo de refugiados y conoció a este hombre. El musulmán le hizo ver la situación que enfrentan cada día. “Todo el mundo viene aquí toma una foto, hace un vídeo, registra nuestros nombres y nunca más vuelven y tú eres uno de ellos”.
Después de dos semanas, el misionero volvió al campo de refugiados con alimentos, agua potable y otros elementos de emergencia.
“Él me vio con las cajas que trajimos para ellos y empezó a llorar. Me abrazó y me dijo. “Realmente te agradecemos. Eres el único hombre en los últimos dos años que cumplió su palabra“”, contó el misionero.
Después de algún tiempo, el misionero le obsequió una Biblia, y por seis meses charlaron acerca del Islam y Jesucristo. El refugiado defendió su religión diciendo que era la única confiable y que el Corán era la verdad revelada por Dios.
Al cabo de algunos meses, el hombre musulmán cayó gravemente enfermo y pidió al misionero que ore por él. El refugiado le dijo: “No sé si voy a estar vivo mañana o no, pero tu mensaje siempre está en mi mente. Quiero ir al cielo, pero no sé cómo”.
El misionero le explicó que tenía que aceptar a Jesucristo como Salvador. Entonces él comenzó a llorar y dijo: “No sé si puedo hacerlo”. El misionero le respondió que sí podía hacerlo. Entonces llamó a su hermano y a sus hijos, y les dijo:: “Estoy tomado la decisión de recibir a Jesucristo como Señor y Salvador. Quiero que ustedes crean conmigo“. Hizo esto porque en la cultura de Oriente Medio, la religión que sigue el padre, la familia también tiene que sguirla
Después de poner su fe en Jesús, el ex musulmán recuperó su salud milagrosamente. Hoy continúa enseñando a su familia a seguir la vida cristiana.