Un grupo de extremistas se dispuso matar a un ex musulmán, por haberse convertido al cristianismo, y cuando ya estaban a punto de atacarlo, vieron ángeles alrededor del cristiano que le protegían.
Al Bilal (nombre cambiado por seguridad), fue un musulmán fanático y un miembro activo en la mezquita local de un país de Oriente Medio. Cuando estudiaba en la universidad conoció a un cristiano que le obsequió un tratado acerca del Evangelio, lo leyó pero no quiso creer nada.
Después de algunos días, Bilal asegura que Jesús se le apareció en un sueño, y le dijo: “Yo soy el Alfa y el Omega el principio y el fin, yo morí en la cruz y resucité de la muerte para dar a todos vida eterna, los que creen en mí tendrán un lugar conmigo en el cielo, sígueme sin dudar”, según publica el ministerio Bbibles 4 Mideast.
Después de ese suceso,Bilial buscó el folleto que le obsequiaron y entró en contacto con el número impreso en el materiall. Un pastor del ministerio lo atendió y le compartió el mensaje del Evangelio. No necesitó saber más para entregar su vida a Jesús y reconocerlo como Salvador y Señor. Tiempos después de consagrar su vida a Cristo se comprometió con el cristianismo a través del bautismo.
Teniendo buena educación académica y gran conocimiento del Islam, Bilial era respetado por su comunidad. Pero después que él abrazó el mensaje del Evangelio, sus padres, parientes y líderes de la mezquita querían desesperadamente que volviera al Islam. Bilial valientemente mantuvo su fe cristiana firme.
Ante su negativa a de volver al Isla, fue excomulgado de la mezquita. Todos lo rechazaron, incluso su propia familia. Pasó a ser considerado “un enemigo peligroso“.
Después de esa situación, Bilial reafirmó su fe y comenzó acudir al desierto por las noches para orar. Él se arrodillaba en la arena, solo delante de su Señor, y por casi dos horas oraba y adoraba a Dios.
Unos jóvenes radicales, bajo el liderazgo de Sulfiker, primo de Bilial, comenzaron a planear la manera de cómo matarlo, así que pensaron que la oportunidad propicia sería en el desierto, cuando iba a orar.
Cuando los islamistas llegaron al desierto, procedieron atacar a Bilial justo cuando comenzaba a orar. En ese momento aparecieron ángeles del Señor alrededor de Bilial y le protegieron de los atacantes, que al ver la escena huyeron asustados.
Mientras el primo de Bilial huía , de repente cayó en un pozo profundo, rompiéndose los huesos de las manos y las piernas, quedando tendido sin poder moverse.
Cuando el tiempo de oración y alabanza terminó, Bilial, sin saber lo que había ocurrido, se levantó y procedió a retirarse. En el camino encontró el pozo en que su primo había caído y sorprendido de verlo allí lo.sacó inmediatamente. Sulfiker pensó que su primo debería estar furioso con él y le pidió que no lo matara.
Bilial llevó a su primo al hospital para su recuperación. Cuando vio el momento adecuado, Belial compartió el mensaje del evangelio con Sulfiker, entonces este le contó todo lo que sucedió en la noche de su caída. Avergonzado, él confesó sus pecados y entregó su vida a Jesucristo y le reconoció como su Salvador y Señor.
Los amigos de Sulfiker, los compañeros de ataque, también entregaron sus vidas a Cristo, tras escuchar de él lo que había vivido en el desierto. Todos ellos fueron excomulgados de su mezquita y se enfrentaron severas persecuciones. Ahora participan secretamente de cultos de adoración en una iglesia clandestina de la región y comparten el Evangelio con otros musulmanes.